HISTORIA DE NUNCA ACABAR
No paraba de bailar. Las ideas salÃan de su cabeza y
brincaban encima del sofá. Estaba sola con la música de todos sus consentidos, mezclada
en una sola nota nocturna. El perro
amodorrado sobre la alfombra de dudosa calidad. Era viernes y el mundo se
encontraba ajeno a los poderes de todo tipo de seducción, que se alejara de los
placeres relacionados con la carne.
HabÃa neuronas hambrientas y sueltas en el ozono. La injusticia social.
Los vericuetos de la amistad. La pureza de las palabras. La conservación urgente
de las reflexiones lucidas. Algo sobre la locura sostenida con ecuanimidad. Las
dosis adecuadas de la risa. La agonÃa de las amapolas. El correcto sostén de
una caricia en dÃa neutro. Todo flotaba como motas de algodón en estación.
En fin todas esas vágatelas que insisten en taladrar el ocio de un viernes de renuncia particular a los árboles de navidad, luces y juguetes imaginarios.De renuncia a la subasta posible de conciencias y voluntades.
Afortunadamente una zona desconocida la esperaba, para dejarse proteger de la rutina.
No hemos podido vernos. Espero sms o llamado. saludos.
ResponderEliminar