jueves, 11 de agosto de 2011

AUTOEXILIO




Hastiada de la dictadura en que termino convirtiéndose el Sandinismo de los 80s. Cansada de su discriminación absoluta hacia los ajenos al poder, a su ideología y a sus marañas políticas; parte de mi generación se autoexilia hacia dentro de sí misma.

Yo me volqué, me tire de cabeza a mis entrañas y decidí que ese era el único territorio libre o morir. Luego, me ha costado mucho salir de esos parajes llenos de cráteres y abismos, donde el único faro que nos mantiene en día laboral permanente,  así sea domingo, como dice el poema de Wislawa Szymborska, es el corazón.

Dentro del misterioso organismo humano, uno puede echar raíces en la bilis y enrollarse con su mismo ombligo.Cuesta mucho desenredar las viseras que traicioneras, se enmarañan en las pupilas y nos dejan un poco ciegos para ver el pleno sol. El mundo. La comunidad. La bondad.  La vida más allá de la extorción de nuestra absoluta y merecida libertad.
En esos casos, aferrarse a la patria del lenguaje, de la poesía y de la fe, puede ser la única tabla de salvación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario