domingo, 14 de agosto de 2011

CIRCULOS POR CERRAR (Con Fusión Mayor)




Descuida, pues, sigue gozando .Indescifrable no descifres nada. Sin indicación de remitente” J. C.

Todos los tiempos históricos han golpeado duro a las masas. Ella se incluye dentro de ese término aunque le parezca tan grosero. Está ubicada más allá de la mitad del camino lleno de panteras y lobos que le niegan un espacio en la cima de la colina. Realidad o ficción? lo cierto es que  no hay Lebrel a la vista que la redima de lo que parece ser la maldición de los círculos que no ha cerrado. Ahora bien, quiere escribir para los desamparados de la tierra y entra Cerbero con sus tres cabezas devorando las palabras dulces, las palabras panes. Le arroja solamente despojos irreconocibles del alfabeto.

Insiste, el sonido ensordecedor de las campanas.

A veces se topa con una entrada ancha. Más ancha que el ojo de una aguja. Donde pasa un camello tranquilamente. No se atreve a pasar al infinito que está en la orilla opuesta. En los extremos se notan unas sombras de poco fiar y vuelve a las palabras sin asidero. Sin raíces claras.  No sea que las atrapen los desentendidos en la nobleza de corazón, o las traduzcan al idioma de su infamia. Que confundida esta, cuando se aparta de las nubes.

Aguacero total.

Flores matutinas en el umbral/Lumbre labra porvenir /Tierra abundante/Aquí no hay una voluntad maciza/Los hijos del maíz no retornaran al viejo vientre /Tiene mucha pena/y le cuesta respirar/El aire le tiene viento/El viento le tiene fuego/El fuego le hebra los cabellos/Ay cuantos cabellos blancos/y el dolor de un tiempo/que no quiere querer.

Aquí empieza el vendaval. Se levanta en el aire una bandada de diminutas hojas blancas

No es confusión es una pura ristra de espinas.  Ve eso que les brilla en la frente. Ciega eso que les brota en la rabia. Siente eso que les duele en el hambre.  En el odio no llega ni le llega. No roza ni rosas. Reza que ya es repetir bastante la necesidad eterna del amor.

Quisiera que nadie interviniera en estos asuntos mundanos del abecedario simultáneo. Hacer esto, no es un crimen por el que deba recibir una condena. Sin embargo lleva siempre las cadenas y todos parecen ocultarle la llave, a sabiendas de que no merece arrastrar los pies por desear el absurdo con vehemencia. Por esa calidez suya tan animal. 

Una mariposa negra se ha encariñado con ella desde el día en que quiso matarla y se contuvo. Esta a su lado y la persigue a todas partes. Se mete en su cama, en el jardín, en la cocina. Le restriega en la cara el muñón de  ala que le falta, producto de la persecución a la que la sometió antes de reparar en su error.

No está segura si esto es verdad.  Créanle .

Música de los Beatles .

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